¡Tras quince días, aún no se ha publicado el especial de la boda! ¿Por qué? Os preguntaréis. Es lo malo de trabajar de profesor, aunque quieras,
el cuerpo y la mente durante julio y agosto están de vacaciones. Mira que me estoy esforzando por levantarme del sofá, pero nada, es como si
una fuerza sobrehumana me mantuviese repantingado horas y horas. Pero lo escribiré y lo publicaré, lo prometo... ¡aunque sea para celebrar sus bodas de oro!
Por cierto,
el matrimonio de marras ha vuelto de Japón, pero ni una puñetera noticia sobre los mismos. No dan señales de vida. ¿Esperan que yo los llame? ¿Que me levante a por el teléfono? ¿Y marcar? ¡Que estoy de vacaciones, copón ya!
Hasta que no tenga noticias suyas no podré verificarles su estado y las vicisitudes vividas.
Hasta pronto (a saber cuándo es eso, jejeje)
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